El principio del final


Isak y Even de #Skam

 Como nos atrae lo prohibido lo que vemos inaccesible e imposible de alcanzar ¿verdad?

 ¿Será ese no saber? o será ese misterio, esa intriga de intentar conseguir a esa persona que no vemos a nuestro alcance. Te deje entrar, a pesar de haberlo visto venir, a pesar de habérmelo olido todo desde el primer instante en el que te conocí. Supe que serías mi perdición, supe que serías mi problema, pero uno de esos que no tienen solución, de esos que sigue quitándote el sueño pase el tiempo que pase y hagas lo que hagas para remediarlo.

Era un domingo cualquiera, hacía calor y era temprano. Me decidí a hacer tiempo mientras mi familia se preparaba para irnos a pasar un día familiar en barco. Era un niño empezando a ser hombre, acababa de dejarlo con mi novio del instituto y sinceramente no tenía ganas de más, pensaba que me habían roto el corazón pero no tenía ni idea de lo que hablaba. Con la selectividad recién aprobada los días que quedaban de verano estaban contados para empezar la Universidad.

Creía saber mucho de la vida y del amor hasta que te conocí.

Salí de casa pensando que sería un día más, lo JURO, de verdad. Nunca olvidaré ese look vaquero que llevaba aquella mañana, en esa época al parecer me encantaba. Me acerqué a la zona peatonal cercana a mi casa y me percaté de que había demasiado alboroto para ser domingo. Me mataba la curiosidad así que me decidí a investigar, había una especie de torneo deportivo o algo parecido ahí, en medio de la nada. Finalmente escurriéndome entre la multitud conseguí un huequito para observar. Calor, hacía mucho calor. Me sentí un poco aturdido entre tanta gente, intenté enterarme un poco de que iba la cosa, intenté limitarme a observar las jugadas, la pelota, el partido, me concentré en el disfrute, en el juego hasta que me percaté de TI.

 Probablemente ese momento haya sido uno de los instantes más importantes de toda mi vida, la primera vez que te vi. Mi corazón iba a tal velocidad que sentía cada pulsación, cada terminación nerviosa de mi cuerpo, sentía ese fuego y esos escalofríos tan extraños en mi interior, sentía el revoloteo de esas absurdas mariposas que decimos que no existen hasta que deciden hacerlo. Sentía algo que nunca jamás había sentido. Estabas ahí, en el mismo lugar, en el mismo momento y eras real, no formabas parte de ningún sueño.

Cuando pensé que no podía estar ni más alto ni más loco, te dio por mirarme directamente a los ojos. Y fue entonces cuando me di cuenta de que el amor a primera vista no existía hasta que te conocí.

 Fue aquel domingo cualquiera cuando mi vida cambio para siempre y empezó esa historia a la que nunca terminas de ponerle un final.

Ese día firmé mi perdición con tu nombre y apellidos.




~ Irremediablemente Inconformista~







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