El chico que me enseñó a suspirar

Nuestro primer encuentro, ELLA
 #SaraHerranz

Erase una vez un chico no tan cualquiera, uno de esos de los que escaparías aterrorizada para no caer en sus redes, para no sufrir más, de esos que parecen ser una cosa y acaban siendo otra totalmente diferente. Llegó en el momento exacto para trastocar cada uno de mis sentidos, ni un segundo antes, ni uno después. Tan de repente que no me dio tiempo ni de esperarlo. Me bastaron unos segundos para declararme perdidamente loca por él. Llegó a mi vida para complicarla, para complicarme. 


-Él, El chico que me enseñó a suspirar-

Esto de acostarse tarde y levantarse a las mil no me sienta nada bien, me miro en el espejo, anoche lloré mucho, sigo teniendo los ojos hinchados y con un brillo un tanto particular. Yo puedo con esto, tengo que poder, no es la primera vez que me dicen que no, ni será la última, no es la primera vez que me rompen así, tan de repente. Observo nuevamente mi reflejo, mis ojos brillan aún más a pesar de haberme levantado así de ojerosa, algo bueno tenía que tener ¿no?. Se acabó, estoy harta de lamentarme, no quiero ni puedo seguir así. Abro el armario y me pongo literalmente lo primero que pillo, me recojo el pelo en un moño nada estudiado y me dispongo a salir.

Tantos días encerrada hacen que no sepas ni en que día vives. Empiezo a caminar sin rumbo, deambulando entre las sombras de mi desgana intentando desconectar de mi realidad, triste pero realidad al fin y al cabo. Me limito meramente a observar, disfruto de la tibieza del aire, la calidez de las últimas horas del sol de verano, me sumerjo en el murmullo de la ciudad, el ritmo desenfrenado de la gente que corre, que viene y que va.

Cuando cruzó la esquina con la intención de dirigirme hacia el Warren´s Coffee, levanto la mirada y allí está. No puede ser real, joder es tan guapo que duele, sus pasos firmes, decididos, se dirigen hacia mi, sí directamente hacia MI. Diossss esto no puede estar pasándome, no tal día como hoy, no con estas pintas, gracias querido destino, podrías haber avisado antes y me hubiera puesto un poco más presentable. Madre mía pero que bueno está, viste un look casual totalmente negro con un moño mal hecho para recogerse la melena, rubia, sexy pero desaliñada y encima tiene barba. -Mierda,me pierden los hombres con barba- lleva unos auriculares y parece totalmente inmerso en lo que sea que esté escuchando.  

Me mira, su mirada atraviesa cada uno de los poros de mi piel y va directa a cada una de mis terminaciones nerviosas. Sigue avanzando y clava sus ojos directamente en los míos en un segundo que se me hace una eternidad. Creo que empiezo a temblar de la emoción, o de los nervios, no lo sé. Procuro tranquilizarme, intento parecer serena, interesante, intento que no sé note que estoy hecha un manojo de nervios. No quiero mantener la mirada pero no puedo evitarlo, me pueden las ganas, quiero mirarlo, quiero más. 

Llega el momento de cruzar nuestras trayectorias, de encontrarnos. De repente el tiempo se para, el mundo sigue y yo me quedo ahí absorta, atrapada en ese instante, el instante en el que un absoluto desconocido siguió de largo y me hizo suspirar. 





~ Irremediablemente Inconformista~







Comentarios

  1. Me encanta. Que maravilla de palabras entrelazadas, un golpe directo al hígado.

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